miércoles, 23 de diciembre de 2009

Chicago - Chamberlain

Día 9

7/8/09

No hay mucho que contar en un día en el que nos lo pasamos sentados en el coche durante algo así como 12 horas. Salimos a pirmera hora de Chicago, donde el desayuno tampoco era nada del otro mundo.

Pocas millas después de dejar Chicago atrás, nos adentramos en el mundo de las carreteras interestatales estadounidenses, llenas de camiones gigantes y moteros con Harley Davidson.

Paramos a hacer un cambio de conductor y a comer algo en un bar de carretera de esos que están llenos de carteles luminosos de marcas de cervezas y hombres en la barra que nos observan con cara rara. Al principio sólamente entramos para utilizar el servicio, pero al final decidimos hacer una pequeña parada y pedir unos tacos para ir matando el hambre.

En cuanto le dijimos a la camarera que queríamos comer, nos pidió la ID ( documentación a todos ) para ver cuantos años teníamos...la tipa se tomó su tiempo la verdad. Después de ese mini-almuerzo, seguimos con nuestro camino, haciendo millas y dándonos relevos cada2 horas para descansar y cambiar de conductor.

Un bar típico de serie o pelícla americana: Repleto de carteles luminosos de bebidas, con hombres entrados en los cuarenta bebiendo cerveza y comiendo hamburguesas a media mañana.


La siguiente parada culinaria fue en un pueblo un poco alejado de la carretera principal. Nos atendió una chica que se sorprendió mucho al saber que éramos españoles, no debe de ser muy común las visitas por esta zona de gente de nuestro país.

Y así proseguimos toda la tarde, cubriendo la mayor distancia posible, para ir descontando así al día siguiente. Cuando cayó la noche, buscamos un camping para poder pasar la noche. Llegamos al que teníamos anotado y un cartel en la puerta de la oficina rezaba lo siguiente : Coge sitio y paga ahora en el buzón, o sino mañana en la oficina. Pero el precio nos pareció caro ( 30$ por persona ).

Al final y después de mucho pensar entre acampar y marcharnos sin pagar, acamapar en una zona próxima o irnos de motel, la última opición fue la ganadora. Nos recorrimos el pueblo motel por motel buscando el más barato, pero todos estaban llenos de moteros con sus Harleys, algunas de 3 ruedas o con remolque.

Los moteles americanos son tal y como podemos ver en la televisión, con su cartel blanco y letras negras donde escriben mensajes...en uno ponía : Amigos invisibles gratis ...

Al final encontramos un sitio donde no tenían una habitación y encima no les importaba que nos metiéramos los 8 juntos. El resultado fue que por 100$ más los impuestos ( siempre van aparte ) íbamos a dormir todos y encima nos daban de desayunar al día siguiente !!!!.

Dormimos repartidos, unos por la cama y otros en el suelo.

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