jueves, 26 de noviembre de 2009

Los Angeles - Yosemite

Día 26

24/8/09

Dejamos esta ciudad loca y ruidosa para dirigirnos al último parque que nos quedaba por ver de toda nuestra ruta: Yosemite.

Con Fran al volante, yo como copiloto y con Tamara y Ana en la parte trasera, salimos a la aventura de lo que es la conducción en Los Angeles. El día en sí no tiene mucho que contar la verdad, salvo lo cansinas que pueden llegar a ser las chicas con un par de canciones que repiten y repiten y repiten ..... Entre Carlos Baute y Tiziano Ferro, me tienen amargado ...

Nos paramos a comer en un pueblo que tenía varias casas / restaurantes con mucha variación de comida a ambos lados de la carretera. Elegimos pizza y lasaña ( por eso de llevar una dieta variada jaja ). Tamara fue la encargada de hacer el pedido al camarero, pero por suerte no se entendieron entre ellos, y en vez de ponernos 1 lasaña para cada uno, sólo nos puso 4.

Y digo suerte, porque no sabemos si fue la pizza o las lasañas nos sentaron como una patada en el culo, y nos pasamos el resto de la tarde con dolores de barriga, apretones, gases y todo ese tipo de cosas que pasan y que no es de recibo escribir aquí...

Antes de llegar a Yosemite, hay otro parque también muy interesante: Mariposa Grove, que es un bosque lleno de árboles gigantes (secoyas) por el que nos dimos un paseo bastante grande.


Si ya de por sí las Secoyas son enormemente altas, nada que envidiarle tienen sus raíces.


El parque en sí no da una gran impresión a primera vista. Resulta que hace unos 20 años, descubrieron que estos árboles se reproducen mejor después de los incendios forestales, así que desde ese momento y como a estos no les afecta el fuego, producen incendios controlados. El restultado es bueno para el bosque, pero para el ojo humano ofrece una imagen desoladora.


Cristian, Javi,Tamara, Ana y Fran posan felices y contentos delante del tronco de una secoya caída después de uno de los incendios provocados.


Quizás en la foto no se puedan apreciar bien lo realmente altas que son las secoyas, pero vistas en directo algunas parecen no tener fin ..


Y que iba a ser una visita a un parque de Secoyas, sin una donde pasara el sendero por el medio...


Después de la visita forestal, con fotos debajo de esos enormes troncos, pusimos rumbo a Yosemite y a su mirador más alto, desde donde se puede ver todo el valle, la zona entre las montañas con algún motel, el centro de visitantes, etc.

Mientras subíamos de camino a la cima, íbamos buscando sitio para dormir en los campings que hay dentro del parque, pero estaban llenos. El coche A entró en el segundo camping a preguntar y nosotros ( coche B ) no, así que perdimos contacto con ellos y para cuando llegamos arriba de todo, ellos aún tardaron un rato en dar señales de vida por el walkie.


Vista desde el mirador más alto de todo el parque en Glacer Point.


Cuando bajamos hacia la salida para buscar un motel 8 en 1, Tamara nos quiere gastar la mítica broma de : He perdido la llave del coche....( ya está la niña con sus bromas ...) pero después de 10 minutos desconfiando de todos, y haciendo cábalas sobre quién podría ser el que las llevaba encima, decidimos volvernos y empezar a buscar las llaves, porque sólo teníamos esa llave, y se estaba haciendo de noche muy rápido.

Por suerte, cuando estábamos a medio camino del mirador, un chico bajaba con ellas en la mano.....vaya suerte !!!!. Repuestos del susto ya, tomamos camino hacia la salida del parque en busca de un motel donde pudiéramos dormir otra vez los ocho juntos por el precio de uno.

Al final y como cada noche, preguntamos en varios hoteles y moteles de carretera, nos encontramos uno regentado por un hombre de raza indú, que nos ofreció cama por unos 90$. Y para cenar, lo único abierto a esas horas ( las 22:30 ) y en los alrededores, un McDonalds.

Otra noche durmiendo en comuna...

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